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🌱🥜LA BUENA SEMILLA🌱🥜
Sábado 14 Junio

Nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él (Cristo)… Así también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro.
No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo obedezcáis en sus concupiscencias.Romanos 6:6, 11-12

El fin del viejo hombre
Yendo al Señor Jesús por la fe, aprendo a conocer a Dios y a su Hijo Jesucristo.
Recibo una nueva vida, la vida eterna.
Como resultado, también aprendo a conocerme mejor a mí mismo. Y lo que descubro puede desanimarme.
Porque no solo he cometido pecados, sino que constato que en mí hay una naturaleza malvada que produce esos pecados.
Como creyente nacido de nuevo tengo una nueva naturaleza animada por el Espíritu de Dios para hacer el bien.
Por un lado, deseo agradar al Señor, y por el otro, tengo la tendencia a pecar.
En la Palabra hallo el secreto de la victoria: la muerte de Cristo, que quitó mis pecados, también me liberó de la esclavitud del pecado en mi carne (mi vieja naturaleza).
Este pecado fue condenado por Dios en la cruz (Romanos 8:3).
¡Si creo esto, tengo la victoria sobre él y soy liberado de su poder!
Los versículos citados nos muestran tres puntos que debemos recordar:
– Lo que Dios hizo: “nuestro viejo hombre fue crucificado” con Cristo.
– La consecuencia: “consideraos muertos al pecado”.
Esta liberación es un hecho cumplido por Cristo en la cruz.
– La aplicación práctica: “No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo”.
Si me considero muerto al pecado con Cristo, el pecado ya no puede ser mi amo, y descubro que mi vida está ligada a la de Cristo (Colosenses 3:3). Entonces puedo apartar mis ojos del mal que hay en mí, y vivir en íntima y feliz comunión con mi Señor.

Lectura:📖
2 Reyes 15 – Efesios 3 – Salmo 71:1-6 – Proverbios 17:9-10
CUANDO LOS PADRES SE PELEAN, DEJAN HERIDAS INVISIBLES EN LOS HIJOS

La relación entre los padres no sólo influye en ellos mismos, sino que moldea profundamente el mundo emocional de sus hijos. Cuando esta relación está marcada por el conflicto constante, la frialdad o la violencia —incluso si es silenciosa o pasiva—, los hijos lo absorben como esponjas, muchas veces sin poder verbalizar lo que sienten.

Crecen en un ambiente de tensión, donde el amor puede sentirse como algo incierto, condicional o peligroso. Esto no sólo les genera inseguridad, sino que también condiciona su visión del amor, de los límites y del respeto. Aprenden, muchas veces sin saberlo, a repetir lo que vieron: evitan el conflicto o lo buscan compulsivamente; se vuelven fríos o excesivamente complacientes; desconfían del otro o se aferran por miedo al abandono.

Los síntomas no siempre son inmediatos. Pueden aparecer como ansiedad, agresividad, retraimiento, baja autoestima o incluso síntomas físicos (dolores de cabeza, estómago, insomnio).

¿Qué se puede hacer?

1. Trabajar la conciencia parental: Reconocer que los hijos no necesitan padres perfectos, sino adultos que sepan reparar, disculparse y crecer.

2. Separar la pareja de la parentalidad: Aunque la relación de pareja termine o atraviese crisis, el rol de madre/padre debe seguir siendo colaborativo y respetuoso.

3. Fomentar espacios seguros de expresión: Permitir que los hijos hablen sobre cómo se sienten, sin invalidar, minimizar ni usar esa información en su contra.

4. Buscar apoyo profesional: La terapia familiar o el acompañamiento infantil son claves para desactivar patrones tóxicos y restaurar vínculos sanos.

5. Romper el ciclo transgeneracional: Revisar la historia personal de cada progenitor ayuda a evitar que repitan lo que vivieron sin darse cuenta.

Un hogar no necesita ser perfecto, pero sí suficientemente amoroso y seguro. Los conflictos son parte de la vida, pero cómo los manejamos es lo que deja huella.

#CaminarDiario
“Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.”
Romanos 8 : 28 RVR1960 https://bible.com/bible/149/rom.8.28.RVR1960
🌱🥜LA BUENA SEMILLA🌱🥜
Domingo 15 Junio

Cuando se juntaron contra mí los malignos, mis angustiadores y mis enemigos, para comer mis carnes, ellos tropezaron y cayeron.Salmo 27:2

Jesús, sabiendo todas las cosas que le habían de sobrevenir, se adelantó y les dijo: ¿A quién buscáis?Juan 18:4

¿Por qué murió Jesús?
Leer Juan 18:1-12
Algunas obras literarias presentan la muerte de Jesús como la de un mártir, una víctima de la maldad de los hombres.
Es cierto que Jesús fue condenado injustamente por tribunales inicuos.
Pero aceptó morir libremente cumpliendo la obra que el Padre le había encomendado, la única obra que podía salvar a los hombres de sus pecados.
El evangelio según Juan subraya especialmente esa calma determinación de Jesús en el momento de su muerte (Juan 18:1-12).
Cuando los soldados llegaron para apoderarse de él, no trató de huir.
Simplemente se adelantó hacia ellos y les preguntó dos veces consecutivas: “¿A quién buscáis?”.
Ellos respondieron: “A Jesús nazareno”, y dos veces Jesús contestó: “Yo soy”.
Al oír esta respuesta, los soldados retrocedieron y cayeron a tierra. Súbitamente fueron puestos en presencia de la majestad de aquel a quien habían ido a arrestar.
Luego, en ese momento extremo, el Señor protegió a sus discípulos, diciendo: “Si me buscáis a mí, dejad ir a estos”. Con estas palabras Jesús aceptó ser arrestado, pero ordenó que se dejara ir a los suyos.
¿Por qué Jesús se dejó detener por sus enemigos? Él mismo dijo a su discípulo que intentaba defenderle: “La copa que el Padre me ha dado, ¿no la he de beber?”. Jesús se dejó detener para que el amor de Dios alcanzase a todos los que acuden a él por la fe.

Lectura:📖
2 Reyes 16 – Efesios 4:1-16 – Salmo 71:7-11 – Proverbios 17:11-12
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Martes 17 Junio

Si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.Romanos 10:9

¿Cuál es su excusa?
En un puesto del mercado entregué un evangelio a un transeúnte, y le dije:
–¡Es gratis!
–No quiero creer en Jesucristo porque he sido engañado y robado por alguien que se llamaba cristiano, respondió secamente.
–¿Es realmente la única razón?
–Sí.
–¿Puedo anotarlo en mi diario?
–Por supuesto, ¡yo mismo lo escribo!
Entonces arranqué la hoja y se la di, diciendo:
–Guarde esta nota, y entréguesela a Dios el día del juicio, cuando comparezca ante él.
En cuanto llegó al final del callejón, regresó, con el papel en la mano:
–Mi excusa no es válida… ¡No sirve!
Tuvimos una conversación seria, basada en textos de la Biblia.
Poco más tarde este hombre encontró la paz con Dios.
Jesús dijo: “El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida” (Juan 5:24).
Otros dirán: «La religión no es para mí… he visto muchas cosas malas», o: «Mis padres decían ser cristianos, pero, ¡qué hipócritas eran».
Usted también puede tener una lista con muchos ejemplos de cristianos que lo han decepcionado por su comportamiento totalmente opuesto al de Cristo.
Si lo han hastiado del cristianismo, no se detenga ahí.
Acérquese a Jesucristo, el único testigo fiel y verdadero del amor divino.
Nos amó tanto que dio su vida en la cruz para salvar a todos los que creen en él.
Vaya a Jesús, el único mediador entre Dios y los hombres.
¡Él nunca lo defraudará!

Lectura:📖
2 Reyes 17:24-41 – Efesios 5 – Salmo 71:19-24 – Proverbios 17:15-16
El Agricultor y el Noble

La anécdota del agricultor y el noble nos muestra cómo un acto de bondad y humildad puede tener consecuencias inesperadas y profundas.
Lo que comenzó como un simple gesto de ayuda entre dos personas terminó cambiando el curso de la historia, beneficiando no solo a sus familias, sino a toda la humanidad.

El agricultor y el noble
Un noble inglés quiso recompensar a un agricultor por un favor que le había hecho, pero el agricultor respondió: “No, yo no puedo aceptar una recompensa por lo que hice”.

En ese momento, el hijo del agricultor salió a la puerta de la casa. El noble, al verlo, preguntó: “¿Es ese su hijo?”. “Sí”, respondió el agricultor con orgullo.

Entonces, el noble le propuso un trato: “Déjeme llevarme a su hijo y ofrecerle una buena educación. Si él es parecido a su padre, crecerá hasta convertirse en un hombre del cual usted estará muy orgulloso”. El agricultor aceptó.

Con el tiempo, el hijo del agricultor, Alexander Fleming, se graduó de la Escuela de Medicina de St. Mary’s Hospital en Londres y se convirtió en un hombre célebre: el descubridor de la penicilina.

Años más tarde, el hijo del noble inglés enfermó gravemente de pulmonía. ¿Qué lo salvó? La penicilina.
¿El nombre del noble? Randolph Churchill.
¿El nombre de su hijo? Sir Winston Churchill, el famoso primer ministro británico.

Moraleja

La vida tiene una forma misteriosa de devolver lo que damos. Un acto desinteresado puede sembrar semillas que florecerán en bendiciones inesperadas, incluso para aquellos que ni siquiera conocimos.

La generosidad y la humildad no solo transforman vidas, sino que pueden cambiar el mundo.
🌱🥜LA BUENA SEMILLA🌱🥜
Jueves 19 Junio

Puesto de rodillas (Jesús) oró, diciendo: Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.
Lucas 22:41-42

¿Realmente libre? (3)
Antes de comenzar su servicio público, Jesús fue tentado en el desierto por Satanás, y salió victorioso.
Luego fue de un lugar a otro haciendo el bien y sanando a todos los oprimidos por el diablo (Hechos 10:38).
Pero fue odiado y rechazado.
El momento de su crucifixión se acercaba…
En el huerto de Getsemaní, horas antes de ser crucificado, Jesús estaba muy angustiado al pensar en el juicio que sufriría de parte de Dios en lugar de los pecadores.
Sentía intensamente lo que le esperaba.
La idea de cargar con nuestros pecados, de ser hecho pecado por nosotros (2 Corintios 5:21), él, el Santo y Justo (Marcos 14:33), lo llenaba de gran angustia.
¡Rogó a su Padre que lo librase de esa hora! Pero también en ese momento dejó de lado su propia voluntad, aunque perfecta, y la sometió a la de Dios.
Se entregó a sí mismo como sacrificio a Dios (Efesios 5:2).
Al final de esta terrible lucha, en la que su sudor era como “grandes gotas de sangre”, se levantó y, uniéndose a sus discípulos, les dijo: “La copa que el Padre me ha dado, ¿no la he de beber?” (Juan 18:11).
De nuevo, en ese momento de agonía, Jesús no hizo valer su propia voluntad.
Al contrario, “aunque era Hijo (de Dios), por lo que padeció aprendió la obediencia; y… vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen” (Hebreos 5:8-9).
Su obediencia perfecta lo llevó a ofrecerse a sí mismo para expiar los pecados de hombres desobedientes y pecadores como nosotros.
¡Esta salvación es un regalo! ¡Dios la da a todo el que cree en Jesús como su Salvador!
(fin)

Lectura:📖
2 Reyes 19 – 1 Timoteo 1 – Salmo 72:12-20 – Proverbios 17:19-20
Cuando se habla de la fe, la esperanza y el amor generalmente son vistas como virtudes, que a su vez son un regalo de Dios. Éstas nos ayudan a conocer, a creer y amar a Dios y al prójimo tal como dice el Señor en su Palabra. Estas virtudes nos ayudan a tener más confianza en Dios y a conocerle mejor. Al referirse a la fe podríamos decir que esta nos da la capacidad para poder ver la mano de Dios actuando en nuestras vidas, para ser capaces de descifrar la forma en que Dios se nos muestra a diario. Por otra parte, solemos usar la palabra esperanza todos los días y generalmente la usamos con un enfoque optimista. Pero ahora te invito a que juntos reflexionemos y tratemos de pensar en la esperanza como algo que va más allá de la visión optimista, intentemos pensar en la esperanza como una convicción, veamos la esperanza como esa virtud que está enraizada en la fe. Cambiemos nuestra óptica meramente optimista de ambos términos para comenzar a ver la fe y la esperanza como dos entes indisolubles que nos llevan a confiar en Dios sin excusas ni pretextos.
Estimado lector, frecuentemente cuando pensamos en el amor; lo hacemos pensando en las emociones, los sentimientos, el placer, pero el amor es mucho más que eso. El amor como Dios lo ve es más que solo el sentimiento o emoción que tenemos hacia algo o alguien. Querido hermano, la mejor manera de ver el Amor es como una opción, y no como algo simplemente emocional o sentimental. Porque cuando vemos al Amor desde esa vertiente emocional, entonces fluctuamos dentro y fuera de éste, es decir algunos días nos sentimos enamorados y otros días nos sentimos sin amor. Y esto no es amor verdadero porque el verdadero amor se basa en una opción; o sea, la opción de elegir querer lo mejor para alguien expresándole nuestro amor más que en palabras, en pruebas, a través de acciones. Porque cuando eliges amar a alguien, lo demuestras a través de tus acciones.
Mi querido hermano, Dios ha elegido amarte, aún sin merecerlo, pero más que decidir amarte, Él simplemente te ama porque Él ES AMOR. Por lo tanto, el amor que Dios ha depositado en nosotros va más allá de un sentimiento; éste se basa en confiar, en saber y estar convencido de que Dios está presente HOY y SIEMPRE. Es por eso que se dice en este versículo que el Amor es el más grande de los tres, porque es la esencia de Dios mismo y es su forma de ser en el hoy y para la eternidad. Y éste se derrama en el corazón de los hijos de Dios a través de su Espíritu con una naturaleza santa que posee en ella el amor de Dios. El amor es, por tanto, la naturaleza divina en su manifestación sobre nosotros mismos. Querido hermano, debemos comprender que la fe nos ayuda, y la esperanza nos sostiene; pero es el AMOR a Dios y al prójimo lo que nos hace obedientes y útiles, y precisamente son estas consideraciones suficientes para corroborar lo que dice en este versículo, que es el amor mayor que la fe y la esperanza.

Un GOZO enorme compartir con ustedes mis amados hermanos, que la Paz y el Amor de Cristo inunde sus vidas en todo momento...les Amo en el Amor de Cristo... Tengan hoy un excelente día y que Dios les Bendiga hasta que sobreabunde.

🌺 Inspirado por el Espíritu Santo y Escrito por: María Esther Armentero.
🌱🥜LA BUENA SEMILLA🥜🌱
Sábado 21 Junio

(Jesús) No se avergüenza de llamarlos hermanos, diciendo: Anunciaré a mis hermanos tu nombre, en medio de la congregación te alabaré.
Hebreos 2:11-12

Todos vosotros sois hermanos.
Mateo 23:8

Himno a la alegría
El «himno a la alegría», poema de Friedrich von Schiller, es conocido como el final de la novena Sinfonía de Beethoven. Se ha convertido en el himno oficial de la Unión Europea. Celebra el ideal de la unidad y la fraternidad humanas, alcanzado en el gozo universal: «Millones de seres, démonos un abrazo que abarque a todos…».
El himno a la alegría también podría titularse: El himno a la hermandad.
En efecto, ¿quién no desearía ver un día a todos los hombres llamándose hermanos y tratándose como tales?
Por desgracia, la realidad es muy diferente.
El mundo está agitado por constantes guerras, y la fraternidad desaparece detrás de toda clase de egoísmos.
Sin embargo, Jesús, el Hijo de Dios, vino a la tierra a fin de sacar de la humanidad una familia para Dios su Padre.
La fundó sobre la base de su muerte y su resurrección. Mediante la fe en Jesucristo nos convertimos en hijos de Dios (Juan 1:12), y Jesús puede llamarnos sus hermanos (Juan 20:17).
La fraternidad puede vivirse disfrutando de forma práctica lo que es la familia de Dios, con los creyentes que nos rodean.
La justicia, la paz y el gozo en el Espíritu Santo caracterizan el reino de Dios, nuestro Padre (Romanos 14:17).
Vivir este reino, aunque esté marcado por nuestra debilidad, es un canto a la gracia de nuestro Señor Jesucristo.
Recordemos también que nuestro prójimo es nuestro hermano, o un miembro de nuestra familia, y como tal, le debemos nuestro amor.

Lectura:📖
2 Reyes 21 – 1 Timoteo 3 – Salmo 73:10-20 – Proverbios 17:23-24
Perdonar no es olvidar, es sanar. Es soltar lo que te duele y dejar que Dios llene tu corazón de paz. Así como Cristo te perdona sin medida, haz tú lo mismo… y serás libre.❤️‍🩹
🥜🌱LA BUENA SEMILLA🥜🌱
Domingo 22 Junio

Quizá oigan, y se vuelvan cada uno de su mal camino, y me arrepentiré yo del mal que pienso hacerles por la maldad de sus obras.Jeremías 26:3

Enviaré a mi hijo amado; quizá cuando le vean a él, le tendrán respeto.Lucas 20:13

Quizá
En los dos versículos de hoy encontramos la palabra “quizá”, expresión que marca la incertidumbre sobre el resultado esperado.
Es sorprendente hallarla cuando Dios habla.
Él es el Dios Todopoderoso, él conoce el fin de una cosa antes de que comience (Isaías 46:10).
Pero estos “quizá” nos esclarecen sobre la forma en que Dios actúa con nosotros.
Nos ofrece un camino, nos invita a seguirlo y espera nuestra respuesta.
Al mismo tiempo, estos “quizá” nos recuerdan que somos criaturas responsables, que tenemos la capacidad de tomar decisiones y de discernir el bien y el mal.
Hace unos 2600 años Dios pidió a su profeta Jeremías que advirtiera al pueblo de Israel sobre el castigo que les esperaba si no le obedecían. Pero el corazón humano es obstinado y duro como una piedra.
Dios constató que el pueblo, al que amaba, se negaba a escuchar y a obedecerle.
Entonces envió a su Hijo amado (Jesús) a la tierra, para hablarnos: “quizá cuando le vean a él, le tendrán respeto”. Pero “no lo estimamos”, como predijo otro profeta (Isaías 53:3).
Jesús fue condenado a muerte, y crucificado.
¡Pero resucitó, la muerte fue vencida! Todo el que cree en él tiene la vida eterna.
Hoy Dios aún tiene paciencia.
Su bondad invita a cada ser humano a arrepentirse y a volverse a Jesús para recibir gratuitamente el perdón.
Dios lo ama y lo llama con ternura; le muestra el camino de la salvación.
Escúchelo sin dudar. “Palabra fiel y digna de ser recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores” (1 Timoteo 1:15).

Lectura:📖
2 Reyes 22 – 1 Timoteo 4 – Salmo 73:21-28 – Proverbios 17:25-26
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2025/06/30 06:25:55
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