Todas estas profecías en proceso de aceleración nos recuerdan que Dios va a sacar a sus fieles del entorno de pecado donde viven, y ahí comenzará la etapa de juicio más severo (Compare Lucas 17: 26-30 con 21:34-36). “Como fue en los días de Noé, así también será en los días del Hijo del Hombre. Comían, bebían, se casaban y se daban en casamiento, hasta el día en que entró Noé en el arca, y vino el diluvio y los destruyó a todos. Asimismo como sucedió en los días de Lot; comían, bebían, compraban, vendían, plantaban, edificaban; mas el día en que Lot salió de Sodoma, llovió del cielo fuego y azufre, y los destruyó a todos. Así será el día en que el Hijo del Hombre se manifieste” (Lucas 17: 26-30) “Mirad también por vosotros mismos, que vuestros corazones no se carguen de glotonería y embriaguez y de los afanes de esta vida, y venga de repente sobre vosotros aquel día. 35Porque como un lazo vendrá sobre todos los que habitan sobre la faz de toda la tierra. 36Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre. (21:34-36). El comentarista Mathew Henry dijo: “El mejor modo de ser tenidos por dignos es ser conscientes de nuestra propia indignidad.” Si hermanos, los fieles vamos a ser librados de los peores acontecimientos que el mundo sufrirá durante la gran tribulación. En el evangelio de Marcos se promete la salvación de los que se mantienen perseverando hasta el fin: “Y seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre; mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo” (13:13). Para dar más fuerza a este argumento en Lucas 21: 17- 19 leemos: “Y seréis aborrecidos de todos por causa de mi Nombre. Pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá. Con vuestra paciencia ganaréis vuestras almas”. Es decir que, habrá una puerta de escape para los fieles, anunciada también en Apocalipsis 3: 11: “Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra”. El apóstol Pablo habló proféticamente de un evento que denominamos “el arrebatamiento de la iglesia” describiéndolo de este modo: “He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados. Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad.” (1Corintios 15:51-53) “Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. 17Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor” (1 Tesalonicenses 4:16-17). Este suceso será la puerta abierta en el cielo para los redimidos; y a su vez el evento que dará inicio a la actividad pública del Anticristo en la tierra, pues dice la Biblia que, el misterio de la iniquidad ya está en acción; sólo que hay quien al presente lo detiene; pero cuando sea quitado de en medio (eso que detiene la manifestación del Anticristo) entonces se manifestará “aquel inicuo”, a quien el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida… (2 Tesalonicenses 2: 6-8). En estos pasajes hay tres mensajes puntuales: 1- Los creyentes fieles que conforman la iglesia, serán arrebatados de este mundo y transformados, para vivir en la eternidad con un cuerpo incorruptible. 2- La actividad espiritual de la iglesia detiene el avance del mal, somos muy importantes en la tierra, Dios tiene propósitos definidos con nosotros, por eso, aún estamos aquí.
Todas estas profecías en proceso de aceleración nos recuerdan que Dios va a sacar a sus fieles del entorno de pecado donde viven, y ahí comenzará la etapa de juicio más severo (Compare Lucas 17: 26-30 con 21:34-36). “Como fue en los días de Noé, así también será en los días del Hijo del Hombre. Comían, bebían, se casaban y se daban en casamiento, hasta el día en que entró Noé en el arca, y vino el diluvio y los destruyó a todos. Asimismo como sucedió en los días de Lot; comían, bebían, compraban, vendían, plantaban, edificaban; mas el día en que Lot salió de Sodoma, llovió del cielo fuego y azufre, y los destruyó a todos. Así será el día en que el Hijo del Hombre se manifieste” (Lucas 17: 26-30) “Mirad también por vosotros mismos, que vuestros corazones no se carguen de glotonería y embriaguez y de los afanes de esta vida, y venga de repente sobre vosotros aquel día. 35Porque como un lazo vendrá sobre todos los que habitan sobre la faz de toda la tierra. 36Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre. (21:34-36). El comentarista Mathew Henry dijo: “El mejor modo de ser tenidos por dignos es ser conscientes de nuestra propia indignidad.” Si hermanos, los fieles vamos a ser librados de los peores acontecimientos que el mundo sufrirá durante la gran tribulación. En el evangelio de Marcos se promete la salvación de los que se mantienen perseverando hasta el fin: “Y seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre; mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo” (13:13). Para dar más fuerza a este argumento en Lucas 21: 17- 19 leemos: “Y seréis aborrecidos de todos por causa de mi Nombre. Pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá. Con vuestra paciencia ganaréis vuestras almas”. Es decir que, habrá una puerta de escape para los fieles, anunciada también en Apocalipsis 3: 11: “Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra”. El apóstol Pablo habló proféticamente de un evento que denominamos “el arrebatamiento de la iglesia” describiéndolo de este modo: “He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados. Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad.” (1Corintios 15:51-53) “Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. 17Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor” (1 Tesalonicenses 4:16-17). Este suceso será la puerta abierta en el cielo para los redimidos; y a su vez el evento que dará inicio a la actividad pública del Anticristo en la tierra, pues dice la Biblia que, el misterio de la iniquidad ya está en acción; sólo que hay quien al presente lo detiene; pero cuando sea quitado de en medio (eso que detiene la manifestación del Anticristo) entonces se manifestará “aquel inicuo”, a quien el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida… (2 Tesalonicenses 2: 6-8). En estos pasajes hay tres mensajes puntuales: 1- Los creyentes fieles que conforman la iglesia, serán arrebatados de este mundo y transformados, para vivir en la eternidad con un cuerpo incorruptible. 2- La actividad espiritual de la iglesia detiene el avance del mal, somos muy importantes en la tierra, Dios tiene propósitos definidos con nosotros, por eso, aún estamos aquí.