Channel: BLOG "VIENTOS DE GLORIA" 🍃🍂🍃
Cierto día, una maestra pidió a sus alumnos que escribieran el nombre de cada compañero de clase y, junto al nombre, la cosa más linda que pudieran decir de cada uno de ellos.
Luego, durante ese fin de semana, la maestra puso el nombre de cada uno de sus alumnos en hojas separadas de papel y copió en ellas todas las cosas lindas que cada uno de sus compañeros había escrito. El lunes entregó a cada alumno su lista y casi inmediatamente toda la clase estaba sonriendo.
“¿Es verdad?”, escuchó como alguien susurraba, “yo nunca supe que podía significar algo para alguien”… y “Yo no sabía que mis compañeros me querían tanto”…
Años más tarde uno de los estudiantes murió en Vietnam y la maestra asistió a su funeral. En la iglesia estaban sus compañeros de clase y la maestra fue la última en acercarse al ataúd. Mientras estaba allí, uno de los soldados de la guardia de honor se acercó a ella y le preguntó:
– “¿Era usted la profesora de Marcos?”
– “Sí”, le respondió.
– “Marcos hablaba mucho acerca de usted”, le dijo el soldado.
Después del funeral la mayoría de los compañeros de Marcos fueron juntos a comer con los padres de Marcos y la profesora. La mamá, sacando una billetera, dijo a la profesora:
– “Queremos mostrarle algo, lo encontraron en la ropa de Marcos. Pensamos que usted lo reconocerá”, y abriendo la billetera, sacó cuidadosamente un pedazo de papel remendado y muy gastado por el uso.
Era la hoja en la que ella había registrado todas las cosas lindas que los compañeros de Marcos habían escrito acerca de él.
– “Gracias por haber hecho lo que hizo”, dijo la madre de Marcos, “como usted ve, Marcos lo guardaba como un tesoro.”
Los compañeros de Marcos comenzaron a juntarse alrededor de la maestra… Carlos sonrió y dijo tímidamente: “Yo todavía tengo mi lista, está en mi diario”.
La esposa de Felipe dijo: “Felipe me pidió que pusiera el suyo en nuestro álbum de boda”.
Entonces Victoria, otra de sus compañeras, metió la mano en su cartera y sacando su billetera, mostró al grupo su gastada y arrugada lista: “Yo la llevo conmigo todo el tiempo”.
La maestra, con los ojos llenos de lágrimas, les dijo: “¡No imaginaba que unas sencillas palabras de afecto escritas en una hoja de papel podían haber calado tan hondo!”
¿Comprendes el poder que tienen tus palabras, para bien o para mal? Una palabra de afecto, de apoyo, de perdón, o de ánimo, tiene un poder inestimable para quien las recibe… ¿Qué algunos no las merecen? Piensa en cómo Jesús nos miró desde la Cruz con infinita misericordia. Pídele a Él que te enseñe a rescatar lo bueno que hay en cada persona.
"Entre el polvo de los días y el ruido del mundo, a veces olvidamos que las palabras no son solo sonidos, sino semillas. Semillas que pueden florecer en el corazón de alguien y convertirse en refugio en sus noches más oscuras."
La maestra de este relato no sabía que, al entregar aquellas hojas con palabras de cariño, estaba regalando algo más que papel: estaba entregando pedazos de luz que sus alumnos guardarían como mapas para recordar su propio valor.
Ella lloró al comprenderlo, porque había creído que solo eran ejercicios de clase, pero en realidad eran actos de fe. Fe en que una palabra amable puede ser el abrazo que alguien necesita cuando ya no queda nadie alrededor. Fe en que, como Jesús en la Cruz, nuestro llamado es ver lo bueno incluso donde parece esconderse.
Hoy, tú y yo tenemos esa misma oportunidad: ¿Cuántos "Marcos" hay a nuestro alrededor, esperando que alguien les recuerde su luz? Una palabra escrita en un post, un mensaje inesperado, un "gracias" sincero… gestos pequeños que, al final de la vida, alguien llevará en su billetera como un tesoro.
No subestimes el poder de lo que dices. Puede que, sin saberlo, estés regalando el consuelo que salvará un corazón.
#Reflexiones
Luego, durante ese fin de semana, la maestra puso el nombre de cada uno de sus alumnos en hojas separadas de papel y copió en ellas todas las cosas lindas que cada uno de sus compañeros había escrito. El lunes entregó a cada alumno su lista y casi inmediatamente toda la clase estaba sonriendo.
“¿Es verdad?”, escuchó como alguien susurraba, “yo nunca supe que podía significar algo para alguien”… y “Yo no sabía que mis compañeros me querían tanto”…
Años más tarde uno de los estudiantes murió en Vietnam y la maestra asistió a su funeral. En la iglesia estaban sus compañeros de clase y la maestra fue la última en acercarse al ataúd. Mientras estaba allí, uno de los soldados de la guardia de honor se acercó a ella y le preguntó:
– “¿Era usted la profesora de Marcos?”
– “Sí”, le respondió.
– “Marcos hablaba mucho acerca de usted”, le dijo el soldado.
Después del funeral la mayoría de los compañeros de Marcos fueron juntos a comer con los padres de Marcos y la profesora. La mamá, sacando una billetera, dijo a la profesora:
– “Queremos mostrarle algo, lo encontraron en la ropa de Marcos. Pensamos que usted lo reconocerá”, y abriendo la billetera, sacó cuidadosamente un pedazo de papel remendado y muy gastado por el uso.
Era la hoja en la que ella había registrado todas las cosas lindas que los compañeros de Marcos habían escrito acerca de él.
– “Gracias por haber hecho lo que hizo”, dijo la madre de Marcos, “como usted ve, Marcos lo guardaba como un tesoro.”
Los compañeros de Marcos comenzaron a juntarse alrededor de la maestra… Carlos sonrió y dijo tímidamente: “Yo todavía tengo mi lista, está en mi diario”.
La esposa de Felipe dijo: “Felipe me pidió que pusiera el suyo en nuestro álbum de boda”.
Entonces Victoria, otra de sus compañeras, metió la mano en su cartera y sacando su billetera, mostró al grupo su gastada y arrugada lista: “Yo la llevo conmigo todo el tiempo”.
La maestra, con los ojos llenos de lágrimas, les dijo: “¡No imaginaba que unas sencillas palabras de afecto escritas en una hoja de papel podían haber calado tan hondo!”
¿Comprendes el poder que tienen tus palabras, para bien o para mal? Una palabra de afecto, de apoyo, de perdón, o de ánimo, tiene un poder inestimable para quien las recibe… ¿Qué algunos no las merecen? Piensa en cómo Jesús nos miró desde la Cruz con infinita misericordia. Pídele a Él que te enseñe a rescatar lo bueno que hay en cada persona.
"Entre el polvo de los días y el ruido del mundo, a veces olvidamos que las palabras no son solo sonidos, sino semillas. Semillas que pueden florecer en el corazón de alguien y convertirse en refugio en sus noches más oscuras."
La maestra de este relato no sabía que, al entregar aquellas hojas con palabras de cariño, estaba regalando algo más que papel: estaba entregando pedazos de luz que sus alumnos guardarían como mapas para recordar su propio valor.
Ella lloró al comprenderlo, porque había creído que solo eran ejercicios de clase, pero en realidad eran actos de fe. Fe en que una palabra amable puede ser el abrazo que alguien necesita cuando ya no queda nadie alrededor. Fe en que, como Jesús en la Cruz, nuestro llamado es ver lo bueno incluso donde parece esconderse.
Hoy, tú y yo tenemos esa misma oportunidad: ¿Cuántos "Marcos" hay a nuestro alrededor, esperando que alguien les recuerde su luz? Una palabra escrita en un post, un mensaje inesperado, un "gracias" sincero… gestos pequeños que, al final de la vida, alguien llevará en su billetera como un tesoro.
No subestimes el poder de lo que dices. Puede que, sin saberlo, estés regalando el consuelo que salvará un corazón.
#Reflexiones
¿Insomnio?
Lee: Salmo 3
Mi amigo me confesó que no estaba durmiendo bien. Su insomnio se relacionaba con una difícil situación familiar que lo mantenía levantado de noche. Justo ese día, yo estaba preparado para hablar del Salmo 3 en mi clase de la escuela dominical.
En el Salmo 3, el rey David también tenía un problema familiar, el cual haría que la mayoría de nosotros tuviera insomnio. Su hijo Absalón estaba socavando el reinado de David sobre Israel como parte de su plan para derrocarlo y apoderarse de la corona.
David estaba desesperado. Huyó de Jerusalén después de que un mensajero dijo: «El corazón de todo Israel se va tras Absalón» (2 Samuel 15:13). En el Salmo 3:1, David describe su situación: «¡Oh Señor, cuánto se han multiplicado mis adversarios!».
Pero observa dónde encontró paz David. Recordó que Dios era su escudo protector y que Él levantaba su cabeza (v. 3). Entonces, llegó la ayuda que todos necesitamos cuando nuestras circunstancias nos inquietan: David pudo acostarse y dormir. Y señaló: «desperté, porque el Señor me sustentaba» (v. 5).
Esta fue una buena noticia para mi amigo que atravesaba un tiempo difícil. Y para todos nosotros que enfrentamos dificultades y noches de insomnio, nuestro Dios nos protege y nos da descanso. Al confiar totalmente en Él, nos ayuda a acostarnos y dormir.
Dave Branon
#NuestroPanDiario
Lee: Salmo 3
Mi amigo me confesó que no estaba durmiendo bien. Su insomnio se relacionaba con una difícil situación familiar que lo mantenía levantado de noche. Justo ese día, yo estaba preparado para hablar del Salmo 3 en mi clase de la escuela dominical.
En el Salmo 3, el rey David también tenía un problema familiar, el cual haría que la mayoría de nosotros tuviera insomnio. Su hijo Absalón estaba socavando el reinado de David sobre Israel como parte de su plan para derrocarlo y apoderarse de la corona.
David estaba desesperado. Huyó de Jerusalén después de que un mensajero dijo: «El corazón de todo Israel se va tras Absalón» (2 Samuel 15:13). En el Salmo 3:1, David describe su situación: «¡Oh Señor, cuánto se han multiplicado mis adversarios!».
Pero observa dónde encontró paz David. Recordó que Dios era su escudo protector y que Él levantaba su cabeza (v. 3). Entonces, llegó la ayuda que todos necesitamos cuando nuestras circunstancias nos inquietan: David pudo acostarse y dormir. Y señaló: «desperté, porque el Señor me sustentaba» (v. 5).
Esta fue una buena noticia para mi amigo que atravesaba un tiempo difícil. Y para todos nosotros que enfrentamos dificultades y noches de insomnio, nuestro Dios nos protege y nos da descanso. Al confiar totalmente en Él, nos ayuda a acostarnos y dormir.
Dave Branon
#NuestroPanDiario
Jeremías 31Jehová se manifestó a mí hace ya mucho tiempo, diciendo: Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia. 4 Aún te edificaré, y serás edificada, oh virgen de Israel; todavía serás adornada con tus panderos, y saldrás en alegres danzas. 5 Aún plantarás viñas en los montes de Samaria; plantarán los que plantan, y disfrutarán de ellas. 6 Porque habrá día en que clamarán los guardas en el monte de Efraín: Levantaos, y subamos a Sion, a Jehová nuestro Dios. ❣️🙏
#CaminarDiario
#CaminarDiario
«Me parece lógico que el hombre que no ora nunca sea incapaz de comprender la palabra silenciosa de Dios. Cuando estamos enamorados, sin embargo, percibimos hasta el más mínimo gesto del ser amado. Lo mismo ocurre con la oración. Si tenemos la costumbre de orar con frecuencia, podremos captar el significado de los silencios de Dios. Hay señales que solo los novios son capaces de comprender. También el hombre de oración es el único que capta las señales silenciosas de afecto que recibe de Dios» (Thomas Merton).
Así comenzó mi pastor hoy, la reunión de oración de mi iglesia.
Lo único que pude hacer fue comenzar a clamar al Señor por este espacio de quietud, de calma, de silencio, en Su presencia. Ese precioso momento que sólo podemos ser capaces de disfrutar si, como dice el autor, oramos con frecuencia.
Dios está continuamente ofreciéndonos «señales silenciosas de afecto» que, lastimosamente, pocas veces somos capaces de captar. Nuestros oídos suelen estar demasiado llenos de ruido, agendas, listas, y se vuelven sordos a la manera en que Dios quiere hablarnos.
Esto me recuerda a Elías, quien fue capaz de escuchar a Dios en apenas «el susurro de una brisa apacible» (1 R 19:12). Dios estuvo con él y tuvo compasión de él en medio de su angustia, de su miedo, de su falta de fe.
Ahora te pregunto, ¿estás en constante comunión con el Señor como para poder escucharlo aun en el silencio?; ¿estás tan enamorada de nuestro Señor que eres capaz de percibir esa muestra de amor constante hacia ti?
El Señor está esperando que entres a Su trono con confianza (He 4:16) y con acción de gracias (Sal 100:4a; Col 4:2) porque la sangre de Cristo hizo posible ese precioso encuentro. Pídele al Señor, en oración, que puedas disfrutar de Su voz, de Su amor y de Su silencio siempre y a cada momento.
#CaminarDiario
Así comenzó mi pastor hoy, la reunión de oración de mi iglesia.
Lo único que pude hacer fue comenzar a clamar al Señor por este espacio de quietud, de calma, de silencio, en Su presencia. Ese precioso momento que sólo podemos ser capaces de disfrutar si, como dice el autor, oramos con frecuencia.
Dios está continuamente ofreciéndonos «señales silenciosas de afecto» que, lastimosamente, pocas veces somos capaces de captar. Nuestros oídos suelen estar demasiado llenos de ruido, agendas, listas, y se vuelven sordos a la manera en que Dios quiere hablarnos.
Esto me recuerda a Elías, quien fue capaz de escuchar a Dios en apenas «el susurro de una brisa apacible» (1 R 19:12). Dios estuvo con él y tuvo compasión de él en medio de su angustia, de su miedo, de su falta de fe.
Ahora te pregunto, ¿estás en constante comunión con el Señor como para poder escucharlo aun en el silencio?; ¿estás tan enamorada de nuestro Señor que eres capaz de percibir esa muestra de amor constante hacia ti?
El Señor está esperando que entres a Su trono con confianza (He 4:16) y con acción de gracias (Sal 100:4a; Col 4:2) porque la sangre de Cristo hizo posible ese precioso encuentro. Pídele al Señor, en oración, que puedas disfrutar de Su voz, de Su amor y de Su silencio siempre y a cada momento.
#CaminarDiario
Padres desesperados repiten: “Reacciona con rabia a todo.”“Se pone como loco por cualquier cosa.” “Todo le molesta, todo le fastidia.”
Pero la pregunta que pocos se hacen es:
📌 ¿Qué hay detrás de esa rabia?
📌 ¿Cuándo fue la última vez que lo escuchaste sin corregirlo?
📌 ¿En qué momento dejó de confiar en ti como lugar seguro para expresar lo que le pasa?
Cuando los chicos no aprenden a reconocer y expresar sus emociones, la frustración se convierte en ira, y la ira en reacciones que nadie comprende.
💔 SITUACIÓN REAL
Una madre dijo:
“Le pido algo mínimo… y me responde a gritos. Como si todo fuera una injusticia.
Siento que no puedo hablarle sin que se encienda.”
Y quizá es cierto…
No puede hablar sin encenderse,
porque ya no confía en que al hablar lo vas a entender… y no solo corregir.
❗ ¿Es rebeldía… o incapacidad emocional no entrenada?
❗ ¿De verdad quiere hacerte daño… o solo está pidiendo ayuda de la única forma que conoce?
❗ ¿Está buscando pelea… o atención emocional que nadie le dio?
🧩 EJERCICIO: “RESPONDE SIN FUEGO”
1. 🧘 Cuando explote, no respondas con más rabia. Respira. Tu calma es su espejo.
2. 🎙️ Cuando se calme, pregúntale:
“¿Qué estabas sintiendo antes de reaccionar así?”
No lo interrumpas. Solo escucha.
3. 🧠 Ayúdalo a ponerle nombre a su rabia:
¿Fue tristeza? ¿Frustración? ¿Sentirse ignorado?
4. 🧱 Comienza a establecer reglas claras:
“Acá podés estar enojado, pero no lastimar con gritos ni con insultos.”
✅ CONSEJO PRÁCTICO
No enseñes a callarse.
Enseñá a hablar con firmeza sin gritar.
📌 Los hijos con rabia no necesitan más castigo.
📌 Necesitan más educación emocional.
Lo ves gritar…
Pero no ves todo lo que nunca supo decir con palabras.
Lo juzgas por explotar…
Pero no lo acompañaste a contenerse.
Y ahora, ese hijo que solo responde con fuego…
Es el reflejo de una crianza donde nunca se le enseñó a manejar su dolor.
👉 Si no le enseñas a hablar de lo que siente…
Terminará rompiendo todo lo que ama, solo por no saber cómo pedir ayuda.
#Reflexiones
Pero la pregunta que pocos se hacen es:
📌 ¿Qué hay detrás de esa rabia?
📌 ¿Cuándo fue la última vez que lo escuchaste sin corregirlo?
📌 ¿En qué momento dejó de confiar en ti como lugar seguro para expresar lo que le pasa?
Cuando los chicos no aprenden a reconocer y expresar sus emociones, la frustración se convierte en ira, y la ira en reacciones que nadie comprende.
💔 SITUACIÓN REAL
Una madre dijo:
“Le pido algo mínimo… y me responde a gritos. Como si todo fuera una injusticia.
Siento que no puedo hablarle sin que se encienda.”
Y quizá es cierto…
No puede hablar sin encenderse,
porque ya no confía en que al hablar lo vas a entender… y no solo corregir.
❗ ¿Es rebeldía… o incapacidad emocional no entrenada?
❗ ¿De verdad quiere hacerte daño… o solo está pidiendo ayuda de la única forma que conoce?
❗ ¿Está buscando pelea… o atención emocional que nadie le dio?
🧩 EJERCICIO: “RESPONDE SIN FUEGO”
1. 🧘 Cuando explote, no respondas con más rabia. Respira. Tu calma es su espejo.
2. 🎙️ Cuando se calme, pregúntale:
“¿Qué estabas sintiendo antes de reaccionar así?”
No lo interrumpas. Solo escucha.
3. 🧠 Ayúdalo a ponerle nombre a su rabia:
¿Fue tristeza? ¿Frustración? ¿Sentirse ignorado?
4. 🧱 Comienza a establecer reglas claras:
“Acá podés estar enojado, pero no lastimar con gritos ni con insultos.”
✅ CONSEJO PRÁCTICO
No enseñes a callarse.
Enseñá a hablar con firmeza sin gritar.
📌 Los hijos con rabia no necesitan más castigo.
📌 Necesitan más educación emocional.
Lo ves gritar…
Pero no ves todo lo que nunca supo decir con palabras.
Lo juzgas por explotar…
Pero no lo acompañaste a contenerse.
Y ahora, ese hijo que solo responde con fuego…
Es el reflejo de una crianza donde nunca se le enseñó a manejar su dolor.
👉 Si no le enseñas a hablar de lo que siente…
Terminará rompiendo todo lo que ama, solo por no saber cómo pedir ayuda.
#Reflexiones
“AYER FINALIZAMOS JUNIO Y HOY DEBEMOS ESTAR PREPARADOS PARA UN NUEVO COMIENZO”
“Este es el día que hizo Jehová;
Nos gozaremos y alegraremos en él”
(Salmo 118:24)
Cada amanecer trae consigo la promesa de un nuevo comienzo. Hoy, al cerrar el mes de junio, no solo esperamos el calendario que se renueva: Celebramos la fidelidad de un Dios que nos ha sostenido, que nos ha cubierto con su misericordia y que abre para nosotros puertas que ni imaginamos. Al alzar la mirada al cielo cada mañana, recordamos que nuestras fortalezas no nacen del sudor de la frente sola, sino de aquel que nos creó con un propósito.
La Palabra nos enseña que “Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones” (Salmo 46:1). En el bullicio de la rutina, cuando los problemas presionan el ánimo y sentimos el peso de las Responsabilidades y Preocupaciones, podemos refugiarnos en Él. No hay situación demasiado áspera, ni valle demasiado oscuro; el Señor está allí, guiando nuestros pasos y dándonos aliento.
Cuando miramos atrás y vemos victorias pequeñas y grandes, reconocemos que no todo ha sido fruto de nuestros esfuerzos: Detrás de cada logro hay un Dios que abre caminos. Por eso, aunque el camino por delante sea incierto, debemos renovar nuestra fe. Levantemos los ojos con valentía: El mismo Dios que nos llevó con mano poderosa a través de este mes, es quien va delante de nosotros en el mes que vamos a iniciar.
*En el trabajo, en los estudios, en la familia o con los amigos, Él nos ha dotado de dones y talentos para reflejar su gloria. Cada palabra de aliento, cada gesto de amor y cada proyecto iniciado con fe, se convierten en testimonio de su presencia. El desafío no está en evitar la prueba, sino en mantenernos firmes y agradecer en medio de ella.
Incluso cuando las circunstancias nos golpean, aprendemos de Él la lección de lo que es la Perseverancia. Tal como la semilla debe romper la tierra antes de brotar, nuestras pruebas nos preparan para el florecimiento. Mantener la confianza en la soberanía divina, nos enseña a dar gracias no solo en tiempos de cosecha, sino en las largas estaciones de espera.
Hoy, al comenzar este nuevo día y el nuevo mes, podemos tener la plena seguridad de que Dios va delante de nosotros, preparando el terreno y cuidando cada detalle. No necesitamos temer al porvenir: Nuestro Redentor conoce cada quebranto y está presto para restaurarnos. Por eso, levantémonos con gratitud, con la mirada fija en sus promesas y la disposición de ser instrumentos de su paz.
¡Preparados para este nuevo día, permanezcamos confiados en Su cuidado! ¡Firmes y con gozo en el Señor!
REFLEXIÓN:
Al concluir un ciclo y abrir otro, Recordemos que la verdadera estabilidad no está en lo que programamos en el calendario, sino en Aquel que sostiene el tiempo. Cada instante es un regalo divino: Ni el pasado para lamentar, ni el futuro para temer. Vivir conscientes de Su fidelidad, transforma la forma en que percibimos crecer, envejecer y avanzar.
CONSEJO:
Empieza cada mañana con un momento de silencio y gratitud: Pon tus necesidades delante del Señor, luego escucha Su voz en la lectura de Su Palabra. Aunque tu jornada sea ajetreada, retoma esa práctica al menos tres veces al día: al despuntar el alba, al mediodía y al anochecer. Así cultivarás un corazón firme, capaz de hallar alegría en medio de la rutina y fortaleza en la tribulación.
ORACIÓN:
Señor nuestro Dios, te damos gracias por este día y por el mes que termina. Te pedimos que nos llenes de tu Espíritu para enfrentar cada momento con fe y valor. Líbranos de toda ansiedad, y haz que nuestros ojos se fijen siempre en Ti, autor y consumador de nuestra esperanza. Danos un corazón agradecido para reconocer tus bendiciones en lo grande y en lo pequeño. Guíanos, Señor, y que nuestros pasos reflejen Tu amor en todo lugar. Amén.
“Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve” (Hebreos 11:1). Si Dios lo dice, yo lo creo; y si yo lo creo, Él lo hace. ¡Eso es tener Fe! ¡Que Dios los bendiga! Amén.
“Este es el día que hizo Jehová;
Nos gozaremos y alegraremos en él”
(Salmo 118:24)
Cada amanecer trae consigo la promesa de un nuevo comienzo. Hoy, al cerrar el mes de junio, no solo esperamos el calendario que se renueva: Celebramos la fidelidad de un Dios que nos ha sostenido, que nos ha cubierto con su misericordia y que abre para nosotros puertas que ni imaginamos. Al alzar la mirada al cielo cada mañana, recordamos que nuestras fortalezas no nacen del sudor de la frente sola, sino de aquel que nos creó con un propósito.
La Palabra nos enseña que “Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones” (Salmo 46:1). En el bullicio de la rutina, cuando los problemas presionan el ánimo y sentimos el peso de las Responsabilidades y Preocupaciones, podemos refugiarnos en Él. No hay situación demasiado áspera, ni valle demasiado oscuro; el Señor está allí, guiando nuestros pasos y dándonos aliento.
Cuando miramos atrás y vemos victorias pequeñas y grandes, reconocemos que no todo ha sido fruto de nuestros esfuerzos: Detrás de cada logro hay un Dios que abre caminos. Por eso, aunque el camino por delante sea incierto, debemos renovar nuestra fe. Levantemos los ojos con valentía: El mismo Dios que nos llevó con mano poderosa a través de este mes, es quien va delante de nosotros en el mes que vamos a iniciar.
*En el trabajo, en los estudios, en la familia o con los amigos, Él nos ha dotado de dones y talentos para reflejar su gloria. Cada palabra de aliento, cada gesto de amor y cada proyecto iniciado con fe, se convierten en testimonio de su presencia. El desafío no está en evitar la prueba, sino en mantenernos firmes y agradecer en medio de ella.
Incluso cuando las circunstancias nos golpean, aprendemos de Él la lección de lo que es la Perseverancia. Tal como la semilla debe romper la tierra antes de brotar, nuestras pruebas nos preparan para el florecimiento. Mantener la confianza en la soberanía divina, nos enseña a dar gracias no solo en tiempos de cosecha, sino en las largas estaciones de espera.
Hoy, al comenzar este nuevo día y el nuevo mes, podemos tener la plena seguridad de que Dios va delante de nosotros, preparando el terreno y cuidando cada detalle. No necesitamos temer al porvenir: Nuestro Redentor conoce cada quebranto y está presto para restaurarnos. Por eso, levantémonos con gratitud, con la mirada fija en sus promesas y la disposición de ser instrumentos de su paz.
¡Preparados para este nuevo día, permanezcamos confiados en Su cuidado! ¡Firmes y con gozo en el Señor!
REFLEXIÓN:
Al concluir un ciclo y abrir otro, Recordemos que la verdadera estabilidad no está en lo que programamos en el calendario, sino en Aquel que sostiene el tiempo. Cada instante es un regalo divino: Ni el pasado para lamentar, ni el futuro para temer. Vivir conscientes de Su fidelidad, transforma la forma en que percibimos crecer, envejecer y avanzar.
CONSEJO:
Empieza cada mañana con un momento de silencio y gratitud: Pon tus necesidades delante del Señor, luego escucha Su voz en la lectura de Su Palabra. Aunque tu jornada sea ajetreada, retoma esa práctica al menos tres veces al día: al despuntar el alba, al mediodía y al anochecer. Así cultivarás un corazón firme, capaz de hallar alegría en medio de la rutina y fortaleza en la tribulación.
ORACIÓN:
Señor nuestro Dios, te damos gracias por este día y por el mes que termina. Te pedimos que nos llenes de tu Espíritu para enfrentar cada momento con fe y valor. Líbranos de toda ansiedad, y haz que nuestros ojos se fijen siempre en Ti, autor y consumador de nuestra esperanza. Danos un corazón agradecido para reconocer tus bendiciones en lo grande y en lo pequeño. Guíanos, Señor, y que nuestros pasos reflejen Tu amor en todo lugar. Amén.
“Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve” (Hebreos 11:1). Si Dios lo dice, yo lo creo; y si yo lo creo, Él lo hace. ¡Eso es tener Fe! ¡Que Dios los bendiga! Amén.
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